Nada más real que la partícula de Higgs. Muchos años después que Einstein intentara unificar la física cuántica con la física cósmica, se ha logrado ver por primera vez como la energía se “encarna” en materia. En un carísimo acelerador de partículas, miles de científicos han confirmado la teoría onda corpuscular de la luz y nadie debería ignorar un hallazgo del que muy pronto los niños oirán hablar en las escuelas. Por eso dudo que los guardianes de la cultura encerrada en un solo libro no sientan la curiosidad por saber qué es eso de la partícula de Dios o el boson de Higgs. Pero si estoy seguro que los guardianes y responsables de la vida civil y política prefieren que estemos con ½ pan y alegría que con 1 pan entero y tristeza. ¿Cuánto le duró al último emperador de Roma el “Pan y Circo” cuando veía venir como su Imperio caía? Creo que el surgimiento de una nueva cultura y ética no vendrán de la reedición del Renacimiento del S. XV, donde personas como Lorenzo Medici, Galileo o Lutero buscaron el conocimiento clásico perdido, fundaron las bases de la ciencia moderna y denunciaron la corrupción del poder establecido. Lo Nuevo vendrá más bien de las aplicaciones de la ciencia y del empoderamiento de las personas en asociaciones dentro de sociedades cosmopolitas. Si no alcanzamos a comprender que es la partícula de Dios, al menos no despreciemos el esfuerzo por su hallazgo. Pues de la pasión de los científicos por cotillear sus trabajos han surgido conocimientos aplicados como la web. No nos contentemos con el Circo de la Selección Española para que luego una vez pasada la alegría, culpemos a la banca o inmigrantes de la falta del Pan. Ahora son ellos los chivos expiatorios. Y mañana ¿quiénes serán?. La historia grandilocuente la cuentan los ganadores mientras que la historia de las cosas pequeñas, como la particula de Higgs, esperan a ser conocidas y contadas.
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